Una de las fechas donde las reuniones para comer están a la orden del día son las navidades. Cierto es que acabamos de dar carpetazo al verano, pero mejor pecar de previsores y estar al tanto de opciones con las que poder contentar a tus invitados. Una de estas elecciones, que puede ser además original, es la pularda. La pularda puede ser el próximo plato estrella de tus compromisos sociales.
Es un hecho conocido por pocos que la pularda se ha ganado, a lo largo de los años, un lugar prominente en las cocinas de los chefs más reconocidos del mundo. Aquella ave, cuya apariencia no se aleja mucho de un pollo común, esconde secretos gastronómicos que muchos han aprendido a apreciar y que sin duda añadirán un toque especial a tus próximos compromisos.
Historia y origen de la pularda
Para entender la riqueza de la pularda, primero debemos viajar al pasado. Originaria de Francia, la pularda es una gallina joven que se cría de una manera especial para mantenerla sin poner huevos y para lograr una carne especialmente tierna y jugosa. Su historia en la gastronomía francesa se remonta a varios siglos atrás, y ha sido, desde entonces, un manjar reservado para ocasiones especiales.
Características únicas de la carne de pularda
La pularda se diferencia de otras aves en varios aspectos. Su carne es notablemente más tierna debido a su proceso de cría, y su sabor es más sutil, rico y menos fibroso. Además, la carne de pularda tiende a retener mejor la humedad, lo que la convierte en un platillo jugoso y apetitoso.
Desde el punto de vista nutricional, la pularda es una excelente fuente de proteínas de alta calidad. Además, es baja en grasas saturadas y rica en vitaminas esenciales como la B6 y la B12, y minerales como el selenio y el fósforo. Consumirla de manera adecuada y balanceada puede complementar una dieta saludable y aportar los nutrientes necesarios para mantener una buena salud.

Técnicas de preparación y recetas populares
La versatilidad de la pularda es innegable. Puede ser asada, guisada, a la parrilla o incluso al horno. Una técnica popular en Francia es rellenarla con hierbas y frutas secas, lo que le proporciona un sabor más robusto y aromático.
Por supuesto, no podemos hablar de pularda sin mencionar nuestra pularda de Cascajares. La pularda trufada es, sin ninguna duda, una de nuestros platos estrellas. Actualmente, a fecha de publicación de este artículo, está agotada. Una muestra de la demanda de gente que quiere tenerla en su mesa. Estate atento para que la pularda sea la protagonista de tus próximos compromisos sociales.
Si la comparamos con el pollo común, la pularda destaca en su textura suave y en su sabor más concentrado. Por otro lado, frente a aves como el pato o el pavo, la pularda tiende a ser más delicada y menos grasa. Esta combinación de textura y sabor la convierte en la elección perfecta para quienes buscan una experiencia gastronómica diferente.
Elegir pularda: una elección sostenible y ética
La cría de pularda, en especial cuando se hace bajo parámetros de bienestar animal y sostenibilidad, resulta ser una elección ética para los consumidores. Algunas granjas, como las nuestras en Cascajares, se aseguran de que sus aves tengan un espacio adecuado para moverse, así como una alimentación balanceada. Este enfoque no solo beneficia al animal, sino que también se refleja en la calidad y sabor de la carne.
Al buscar pularda, es vital asegurarse de su procedencia. Un buen indicador es su certificación y las condiciones bajo las cuales fue criada. También es importante considerar el aspecto de la carne: debe ser firme al tacto y de un color rosado pálido.
Al final del día, cada persona busca ofrecer a sus invitados una experiencia memorable, y la pularda se presenta como una elección perfecta. Su sabor, textura y riqueza nutricional, combinados con una preparación adecuada, garantizan que tus eventos sean recordados por mucho tiempo. Así que, la próxima vez que estés planeando un menú, considera incluir a la pularda como la estrella de la noche.