La entidad pública ICEX España Exportación e Inversiones ha visitado nuestras instalaciones en Canadá, de la mano de nuestro presidente, Alfonso Jiménez Rodríguez-Vila.
El equipo de ICEX se ha trasladado hasta nuestra fábrica de la localidad de Saint-Hyacinthe, en Quebec, con el objetivo de dar a conocer nuestra labor en el mercado internacional, donde llevamos operando desde el año 2009.
La historia de Cascajares en Canadá
Durante este tiempo, la facturación de la fábrica de Canadá ha llegado a superar los 2,5 millones de dólares. Sin embargo, el presidente de Cascajares no duda en reconocer que la inmersión en el mercado canadiense supuso multitud de retos: «Venir aquí es lo más difícil que he hecho en mi vida, pero también es lo más bonito, lo más apasionante y, sobre todo, lo que más te abre la mente y las posibilidades de negocio«.
Fue esta apertura de mente la que le llevó a cambiar el tradicional capón de Cascajares, el plato estrella de las Navidades, por el pavo asado al estilo americano. Ese fue uno de los principales desafíos: adaptar la labor de Cascajares a los gustos del nuevo público, sin perder por el camino nuestra esencia.
Por suerte, durante el período de adaptación al mercado de Canadá, Cascajares contó con la ayuda del Gobierno del país. «Nos vio venir con un proyecto muy interesante y de mucho recorrido que iba a dar mucha riqueza a Canadá. Por eso en un principio nos dejaron una fábrica del Gobierno de Canadá, para que nosotros no tuviéramos que invertir en una nueva fábrica».
Tras esa primera fase, el equipo de Cascajares en Canadá procedió a construir una fábrica propia. «Todos los fondos de inversión canadienses se pusieron a nuestra disposición», recuerda, aún agradecido, Alfonso Jiménez.
Desde entonces, Cascajares ha sabido expandirse por el mercado americano. Lo ha conseguido gracias no solo a la ayuda recibida, sino a la flexibilidad y la humildad mostrada por el equipo.
Tanto es así que Jiménez no duda en afirmar que los clientes fueron parte importante del éxito de la incursión en Canadá: «Hemos ido haciendo lo que nos pedían los clientes. Eso te lleva hacia buen puerto, porque nadie entiende mejor el mercado que los propios clientes».
