Poco a poco damos, desde Cascajares, pasos para nuestra ansiada vuelta a la normalidad. Han pasado siete meses desde aquel fatídico 26 de enero en que un incendio devastó nuestras instalaciones, y son los que hemos necesitado para levantar una nueva fábrica que, como comentaba Alfonso Jiménez, nuestro Presidente, tendrá capacidad para «hasta tres veces de producción«.
Hace unos días hemos recibido una visita especial, la de los amigos de Televisión Castilla y León, que han querido ver de cerca la evolución de las obras. Si nada se tuerce, nuestra fábrica estará en funcionamiento los primeros días de octubre.
Una fábrica centrada en la seguridad y la productividad
La reconstrucción ha sido cuidadosamente orquestada para evitar otra tragedia. «Hemos aprendido de nuestra gran desgracia y hemos hecho una fábrica muy preparada para evitar un siniestro similar al que tuvimos«, comenta nuestros presidente a lo largo de la entrevista.
El diseño ahora separa el núcleo productivo, el almacén y la zona de motores y electricidad, ubicándolos a una distancia segura entre sí. De esta forma, cualquier incidente en un área no tendría un impacto devastador en las otras. Además, la fábrica está equipada con un sistema antiincendios de última generación que podría extinguir cualquier fuego en cuestión de minutos.
Nuestra visión, no obstante, va más allá. Desde Cascajares no solo hemos diseñado una fábrica para recuperar lo perdido, sino para multiplicar nuestra producción. El equipo entero nos hemos propuesto el reto del crecimiento, convirtiendo la adversidad en una oportunidad para la expansión.
No solo las instalaciones han resucitado; también lo han hecho las esperanzas y los empleos. «Recuperarán todo el empleo que tenían antes del incendio«, asegura Alfonso. Los primeros trabajadores están programados, como decíamos al principio, para volver el próximo 2 de octubre. En el horizonte una campaña navideña que, como siempre, promete ser espectacular.
Un icono que sobrevive
Una de las partes más emotivas de este renacimiento es nuestro cartel, que inexplicablemente -y por suerte- sobrevivió al incendio. Este cartel se mantendrá en su lugar, como un símbolo resistente que desafió los 1500 grados de las llamas. «Será un poco nuestra señal de que Cascajares sigue vivo«, concluye Alfonso al final de la entrevista.
