En Cascajares nos enorgullecemos por haber llevado platos típicos de la gastronomía castellanoleonesa hasta todos los rincones de España y más allá. Sin embargo, nuestra cocina se nutre también de preparaciones internacionales, presentes en nuestra gama de recetas del mundo.
Esta línea de productos se compone de tres platos preparados: el codillo de cerdo asado, las costillas de cerdo con salsa barbacoa y los muslos de pato confitados.
¿Quieres saber de dónde vienen estas recetas? ¡Sigue leyendo!
Codillo de cerdo asado
La primera de nuestras recetas del mundo es el codillo de cerdo asado y tiene origen en Alemania, más concretamente al sur del país. Lo elaboramos siguiendo una receta llamada ‘Schweinshaxe‘.
El schweinshaxe es típico de Baviera, aunque también se consume en otras regiones de Alemania y en países como Luxemburgo o Francia.
El codillo, que es la pieza de carne que está alrededor de la tibia del cerdo, es un corte muy típico en el país. Sin embargo, originariamente era considerado comida de pobres, pues es un corte más difícil de cocinar y procede de una parte «poco noble» del cerdo.
Se trata de un producto al que, habitualmente, se le retira la piel para embadurnarlo de una mezcla de cebolla, ajo, comino y pimienta. Después se le echa cerveza y se deja cocinarse en un horno a 120ºC durante más de dos horas.
Por suerte, con nuestro codillo de cerdo ya preparado puedes disfrutar de este plato en cuestión de diez o quince minutos.
Costillas de cerdo con salsa barbacoa
¿Hay algo más estadounidense que las costillas de cerdo a la barbacoa?
El origen de esta receta se remonta muy atrás en el tiempo, hasta la llegada de los conquistadores españoles al continente americano. Al parecer, a los españoles les llamó la atención la forma de cocinar de los indígenas americanos.
A partir de ese momento comenzaron a utilizar el término «barbacoa» para denominar una técnica culinaria que consistía en cocinar la carne a fuego lento sobre una plataforma de madera.
Las costillas americanas provienen del cerdo debido a que el español Hernando Soto llevó trece cerdos hasta Florida. El rebaño creció hasta superar los 700 animales pocos años después y pronto el cerdo se extendió por todo Estados Unidos, debido a que criar a estos animales era más económico.
Sin embargo, el origen de la salsa barbacoa se remonta a principios del siglo XIX y proviene de la gastronomía afroamericana.
Muslos de pato confitados
La última de nuestras recetas del mundo son los muslos de pato confitados, o confit de canard, un plato típico del suroeste de Francia.
La técnica del confit proviene de la región francesa de Gascuña, donde se lleva utilizando desde hace siglos para conservar durante más tiempo los alimentos. En francés el término confire significa, literalmente, conservar. Y, aunque en un principio esta técnica solo se utilizaba para aumentar la vida útil de las frutas, pronto se empezó a utilizar también para preservar la carne.
El pato confitado surge en Bayona, en el siglo XVIII. Por aquel entonces su sabor y sus propiedades nutritivas habían convertido al pato en un alimento digno de reyes.
La forma tradicional de preparar el pato confitado consistía en dejar reposar la carne de pato en salazón durante un día. Después, lo cocinaban a fuego lento durante varias horas y, una vez preparado, metían la carne en un recipiente con su propia grasa para conservarla durante más tiempo.
Aunque la receta actual es mucho más sencilla, nosotros la simplificamos aún más: tan solo tienes que colocar los muslos de pato en una bandeja apta para horno, cocinarlos en un horno precalentado a 220ºC durante media hora y ¡Ya está listo!
