Se acercan las épocas navideñas y, aparte de nuestra tradicional subasta de capones anual, la solidaridad es uno de los valores que más se hacen presentes. Esa solidaridad que tanto nos ayudó aquel 26 de enero en el que nuestras instalaciones sufrieron un incendio. Un incendio, el de las instalaciones de Cascajares, del que hemos sabido resurgir como el mito del ‘Ave Fénix’.
Nuestro presidente, Alfonso Jiménez, ha presentado hoy en Valladolid el proyecto ‘Ave Fénix’. Con esta iniciativa solidaria, la empresa pretende devolver a la sociedad todo el cariño recibido por diferentes estamentos.
¿Cómo nace esta iniciativa?
‘Ave Fénix’ nace de la adversidad y el agradecimiento de Cascajares al decidido apoyo, el gran cariño y la enorme confianza en la recuperación que la sociedad, volcada con ayudar a la empresa en sus peores momentos, transmitió nada más ocurrir la desgracia.
Alfonso Jiménez explicó los detalles del proyecto al que no ha dudado en sumarse el prestigioso chef José Andrés. En esta ocasión, el cocinero asturiano afincado en Estados Unidos, donde es una estrella de primer nivel, ha querido sumarse a este proyecto ‘Ave Fénix’. Este plan simboliza la resiliencia, el renacer y el espíritu de superación de la compañía.
Además, refleja el firme compromiso solidario de Cascajares con la reconstrucción de la Sierra de la Culebra en Zamora, arrasada en 2022 por los dos incendios más devastadores de la historia de Castilla y León y que afectaron a un total de 57 municipios; una tragedia con la que se sienten plenamente identificados.
Así, por cada pularda ‘Ave Fénix’ vendida, la empresa plantará un árbol en la zona. La suma de todos ellos dará como resultado la creación del ‘Bosque Cascajares’. La compañía palentina hace extensible de esta manera a toda la sociedad su sensibilidad hacia un territorio en el que Cascajares encuentra muchos puntos en común
Una tierra a la que desea insuflar ánimo y servir de referente de la capacidad para salir adelante incluso cuando la adversidad se ceba con aquello que más quieres. Hoy, nueve meses después de los peores días de su historia, Cascajares trabaja de nuevo al ritmo habitual. Recoge miles de encargos para la próxima Navidad y lleva a orgullo el hecho de haber sabido mantener cerca, “a pesar de las circunstancias”. “Son los principales artífices de nuestra recuperación, un ejemplo de paciencia, fidelidad y esfuerzo”, explicó Alfonso Jiménez.
Devolver el agradecimiento
Alfonso Jiménez ahondó en los agradecimientos por el apoyo recibido y explicó que a Cascajares “no se le ocurría mejor forma que esta para devolver todo lo que nos han dado proveedores, clientes, particulares e instituciones, comenzando por la Casa Real”, una referencia a la recepción que el rey Felipe VI nos concedió a una representación de la empresa tan solo unos días después del accidente.
‘Ave Fénix’ representa un nuevo capítulo en nuestra historia. Un episodio marcado por la voluntad de dar un paso adelante, el afán de superación y la intención de ser un actor influyente en su entorno, donde ya dejamos huella. Especialmente en el capítulo de la integración de personas con capacidades diferentes, un aspecto en el que se trabaja principalmente desde la Fundación Cascajares.
En la presentación de esta idea solidaria también participó Narciso Prieto, director ejecutivo de la Fundación Caja Rural de Zamora, quien remarcó el orgullo de la entidad “por ser parte de este proyecto que no solo promueve la reconstrucción, sino que también fortalece los lazos de solidaridad en la región”.
En esa misma línea se manifestó María Eugenia Clemente, directora general de Aciturri Aeroestructures, quien personifica la recogida del guante solidario lanzado por Cascajares al convertirse en la primer gran compañía que apuesta por ‘Ave Fénix’. 3000 árboles se plantarán en la Sierra de la Culebra gracias a esta compañía de origen burgalés. Comprendieron desde el principio el papel esencial que las empresas juegan para que ‘Ave Fénix’ vuelva a teñir de verde y vida este enclave zamorano.